El tema de la cartografía siempre ha dado mucho de sí y siempre llama la atención. Es curioso ver planos diferentes de un mismo lugar, distintas formas de definir un espacio, de representarlo... Como éste
plano de Jerusalen realizado en mosaico, del que ya hablamos en su momento.
La cartografía de una ciudad es más que su imagen, es su alma. Una imagen [una fotografía, un cuadro...] se puede arreglar para que aparente ser lo que no es: esté más limpia, más soleada, más bonita... Una cartografía tiene el deber de retratar lo que hay, lo que existe, de una manera u otra, pero debe ser responsable con la realidad y de ahí surgen los planos.
Hay planos feos, pero hoy os traemos unos de esos planos que dan ganas de guardárselo de recuerdo una vez utilizados...